David-Llorente-Black-and-Noir

DAVID LLORENTE

David no era un niño cualquiera. Él leía libros apartado de los demás, solitario, callado, aparentemente distraído, pero conectado plenamente con la realidad.

Su infancia fue convulsa. No ocupó un sitio determinado en la organización jerárquica del patio durante el recreo. Anduvo un tiempo con los que llaman marginados y también justo en el lado contrario, jugando con críos cuyas diversiones rozaban lo ilegal.

Carabanchel, donde nació y creció, se gestaron sus primeros protagonistas, aunque muchos vieran la luz años después. Silencioso, callado, observando en la sombra lo que sucede y el devenir ineludible de los otros personajes. Sin embargo, ahora es Praga quien observa fascinada cómo se crea y plasma su magia.

Si esperas un autor tradicional, David romperá tus esquemas. Para él, el auténtico escritor es el que extirpa tumores con la literatura, el que descubre la roña que se esconde debajo de la alfombra, el que grita y denuncia a pesar de las consecuencias. Sus obras se llenan de dolor e indignación, obviando la neutralidad.

Cada novela, obra de teatro, entrevista que hace, le deja al descubierto, desvela sus profundos sentimientos, no puede fingir, no se lo permiten sus principios, y con ellos narra lo que sucede de forma clara, directa, haciendo sufrir al lector casi tanto como él ha sufrido escribiendo.

Siempre bolígrafo en mano por alguna cafetería de Praga, con un cuaderno cuadriculado que guarda lo que escribe a diario y lo que sobrevive a la noche y no ha sido destrozado.

Así es David, meticuloso, perfeccionista, dejando que las historias fluyan, que los personajes nazcan y mueran. Donde el lenguaje y la estructura narrativa son la clave, haciendo volar tu imaginación a través de su lenguaje preciso, exacto, que hace cruel lo que es cruel, hermoso lo que irradia belleza y cómico lo que te hace reír a carcajadas. No le tengas miedo a las palabras, ni a sus palabras, ese ser tan explícito es la esencia que emana de su literatura.