Querida Elsa. Capítulo 14
Dicen que la adrenalina afina los sentidos. Hueles, oyes, sientes al máximo. Los músculos se tensan a punto de dar el salto y la vista te permite distinguir hasta los detalles más nimios. Como cuando la cocaína inunda tu cuerpo y te hace sentir dueño del mundo, o eso te hace creer.