
"La luz del sol le daba directamente en la frente y el autor se esforzó en considerar aquello como una señal del destino".
"Quizá tuviera que empezar a acostumbrarse a vivir allí dentro."
“Sí, usted, ¿acaso se piensa que puedo estar esperándole toda la vida?”
"Sólo se le ocurrió que a aquella hora, en aquella cafetería, algo se estaba acabando.".
"De repente el autor dudó de toda su vida, y lo que era aún mucho peor, dudó de toda su literatura".
"Al autor, de repente, le pareció que ese hombre podría estar mintiendo.".
"El doctorando le llevó casi de la mano hasta la misma puerta y allí le deseó de todo corazón que encontrara lo que andaba buscando y se despidió de él".
"En ese momento el locutor decía: '...se desconoce su paradero. Lo único que se sabe es que todavía permanece en el interior del teatro y que se niega a salir al escenario a saludar'.”
"La tercera planta ya no parecía un teatro, sino más bien el interior de un edificio de oficinas.".
«Si aguanta un minuto antes de salir al escenario, señor, me gustaría hacerle un par de preguntas».
"Miró aquellos trajes con odio, con un odio que le llenaba la boca de saliva y de sabor a vinagre.”.
“Yo no pienso decir adiós a nada. Y nada me obliga a subir al escenario a saludar”.
"A juzgar por cómo berreaba el público, lo más seguro era que jamás volviera a tener una ocasión semejante”.
“Sentía que se había recluido en el último rincón del teatro, pero a lo mejor se había equivocado”.
“Lo importante es que el juego no termine todavía y, si es posible, que no termine nunca”.